Actualmente ya tengo mucho tiempo escondido viendo a través del lente de la cámara, esperando poder hacer la foto más idónea lo cual ha pasado en algunos casos. Este espacio de mirones es el sitio donde creo poder mostrarles e intentar transmitir lo hermoso de cada espacio robado a través de la cámara.


domingo, 18 de abril de 2010

Cuentos, historias y algo más...

La leyenda de Buserán

Referida al castro de Xansón (Moraime-Muxía).

"En tiempos remotos había en la cima de un castro, en el lugar de Os Castelos, una gran fortaleza perteneciente a un rico y valiente caballero, padre de una hermosa moza llamada Florinda.
En una de sus ausencias obligadas del dueño del castillo, llegó a las puertas un valiente mozo llamado Buserán. Era trovador de canciones gallegas de amor y guerra. Entró en la fortaleza, vio a Florinda y ambos se enamoraron.
Llegó el padre de Florinda de luchar de lejanas tierras y, conociendo los amoríos de su hija, expulsó al joven trovador y encerró a Florinda en un rincón de la fortaleza. Esta decisión, hizo que los dos mozos se quisieran más aún, y todas las noches Buserán dirigía a Florinda sus canciones desde los oteros de los alrededores.
El caballero, enfurecido, ordenó la persecución y muerte de Buserán. Así lo hicieron los criados. Cogieron a Buserán y lo tiraron desde lo alto de un peñasco a una furna de la costa, ahogando para siempre su voz.
Puesta en libertad Florinda y enterándose del trágico fin de Buserán, enloqueció y anduvo durante muchos días y noches por la orilla del mar llamando por su amado.
Una noche, un criado le dio al caballero la noticia de que vieran a su hija gritando en lo alto de la furna.
– ¿Donde estás Buserán?
Y desde lo más hondo del mar se escuchaban las canciones del trovador.
De repente, una gigantesca ola, deshecha en espuma, subió por los acantilados y envolvió a Florinda, llevándola con ella al fondo de la furna".

leyenda Dinka

Cuando Dios creó al primer hombre de las tribu, le dio a elegir entre dos regalos.

"Puedes escoger, le dijo, entre el ganado y el Qué".

"¿Qué es el Qué?", preguntó el primer hombre dinka.

Pero Dios no le respondió. El hombre pensó que el ganado le proporcionaría alimento con su carne, y abrigo con sus pieles. El Qué, en cambio, era lo desconocido. Podía ser todo o nada. Así que el hombre eligió el ganado...

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