La leyenda de Buserán
Referida al castro de Xansón (Moraime-Muxía).
"En tiempos remotos había en la cima de un castro, en el lugar de Os Castelos, una gran fortaleza perteneciente a un rico y valiente caballero, padre de una hermosa moza llamada Florinda.
En una de sus ausencias obligadas del dueño del castillo, llegó a las puertas un valiente mozo llamado Buserán. Era trovador de canciones gallegas de amor y guerra. Entró en la fortaleza, vio a Florinda y ambos se enamoraron.
Llegó el padre de Florinda de luchar de lejanas tierras y, conociendo los amoríos de su hija, expulsó al joven trovador y encerró a Florinda en un rincón de la fortaleza. Esta decisión, hizo que los dos mozos se quisieran más aún, y todas las noches Buserán dirigía a Florinda sus canciones desde los oteros de los alrededores.
El caballero, enfurecido, ordenó la persecución y muerte de Buserán. Así lo hicieron los criados. Cogieron a Buserán y lo tiraron desde lo alto de un peñasco a una furna de la costa, ahogando para siempre su voz.
Puesta en libertad Florinda y enterándose del trágico fin de Buserán, enloqueció y anduvo durante muchos días y noches por la orilla del mar llamando por su amado.
Una noche, un criado le dio al caballero la noticia de que vieran a su hija gritando en lo alto de la furna.
– ¿Donde estás Buserán?
Y desde lo más hondo del mar se escuchaban las canciones del trovador.
De repente, una gigantesca ola, deshecha en espuma, subió por los acantilados y envolvió a Florinda, llevándola con ella al fondo de la furna".
leyenda Dinka
Cuando Dios creó al primer hombre de las tribu, le dio a elegir entre dos regalos.
"Puedes escoger, le dijo, entre el ganado y el Qué".
"¿Qué es el Qué?", preguntó el primer hombre dinka.
Pero Dios no le respondió. El hombre pensó que el ganado le proporcionaría alimento con su carne, y abrigo con sus pieles. El Qué, en cambio, era lo desconocido. Podía ser todo o nada. Así que el hombre eligió el ganado...